domingo, 17 de abril de 2011

Evaluación profesional para el candidato ZP. ¿Es apto para su cargo?

Muchas veces nos quejamos del poco nivel de nuestros políticos, y a veces puede dar la sensación de que lo hacemos de vicio. Demos una mirada al perfil que tienen, y pongámoslo en contexto con el nivel de responsabilidad que desempeñan, valorándolos como si fuéramos los Responsables de Recursos Humanos del Estado.

En esta entrada, vamos a analizar las posibilidades que tendría el actual Presidente del Gobierno de España, José Luís Rodríguez Zapatero, en una imaginaria evaluación para su puesto de trabajo.
Nació en Valladolid en 1960, hijo de abogado, y nieto de capitán del ejército republicano ejecutado. Se licenció como abogado en la Universidad de León (1982), donde trabajó durante 4 años como ayudante de derecho constitucional (hasta 1986).
Se afilió a las Juventudes Socialistas en 1979. En 1986 (a los 26 años) obtuvo un escaño como diputado en el Congreso, representando a León. Desde ese momento no ha abandonado el hemiciclo hasta la actualidad.
Dentro del PSOE, fue ocupando cargos de responsabilidad, primero en León, y posteriormente cuando el año 2000 se presentó como candidato a la secretaria general,  que consiguió, pese a su inexperiencia, y dejando a un lado a candidatos como José Bono, gracias en parte, al apoyo del Partit Socialista de Catalunya.
Entre 2000 y 2004 fue líder de la oposición, y en las elecciones generales de 2004 resultó ganador con un 43,27% de los votos, frente al 37,81% del Partido Popular. Posteriormente también ganó las elecciones de 2008.
En resumen:

Educación:
Licenciado en Derecho por la Universidad de León
Principales logros:
Carrera política dentro del PSOE
Experiencia fuera del mundo político:
Ninguna
Experiencia internacional previa:
Ninguna
Idiomas:


La descripción del puesto de trabajo de Presidente del Gobierno sería el siguiente:
Persona que coordine la actuación de la administración y de los distintos ministerios, con el objetivo de cumplir con un programa electoral, que permita, en cualquier caso que los ciudadanos sean más felices, se ganen mejor la vida, y tengan más derechos sociales cubiertos; garantizar la integridad territorial, y tener una buena relación con los diferentes países y organismos internacionales.
Para el puesto de Presidente del Gobierno son fundamentales las siguientes competencias, entre muchas otras:
-          Trabajo en Equipo
-          Liderazgo
-          Pensamiento estratégico
-          Credibilidad
-          Relaciones Públicas
-          Conocimientos técnicos
Conclusión:
El candidato tiene una formación universitaria justita para el cargo, pues no tiene ningún posgrado en gestión. Su formación como abogado le permite entender bien las normativas, y le da cierta visión general y pensamiento estratégico, pero no es suficiente para coordinar las diferentes áreas que implica su nivel de responsabilidad, y no se le considera apto para gestionar recursos. Esta falta de formación no llega a cubrirse con su experiencia, puesto que su trayectoria profesional únicamente ha pasado por el mundo de la política. El paso por el partido, y por la política, le da un plus para poder buscar acuerdos entre diferentes visiones, y para el trabajo en equipo; sin embargo también le ha dejado una tendencia demasiado marcada a buscar el acuerdo sin tener en cuenta las consecuencias, a no conocer otra cosa que la lucha por el poder,  y a organizar sus actuaciones en función de las elecciones. Sus conocimientos en materias importantes como la economía son nulos, por lo que en este aspecto no tendría credibilidad y debería apoyarse en sobremanera en su Ministro de Economía; además su contacto profesional con la vida económica fuera de la política ha sido también inexistente.  Por último, desde el punto de vista del carácter internacional de su cargo, debido a su falta de experiencia en este campo, y a su insuficiente conocimiento de idiomas, no se le considera un candidato ideal en este aspecto.
En resumen, trataremos de valorar otros candidatos pues este está DESCARTADO.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Los políticos son el gran problema de este país y el caso de ZP lamentablemente no es el único. A mi la parte que me toca sufrir más de cerca, al ser del sector sanitario, es el caso de la Pajín que nos tiene con urticaria a muchos!
    Creo que los ciudadanos nos merecemos unos ministros (y por supuesto un presidente) que tengan un mínimo de idea del sector en el que se meten!! Sin embargo, no paro de ver políticos que obtienen carteras miniteriales como premio de consolación por haber perdido una elección como el caso de Miguel de Sebastián o la Trinidad Jiménez!! que por cierto esta última, al igual que otros, cambia de ministerio como de zapatos (de sanidad a relaciones exteriores), porque además resulta que son "polivalentes"...
    Lo que no se entiende es cómo a la gente de la calle se le piden tantas aptitudes para encontrar trabajo (y hoy en día muchas veces ni teniendo de sobras lo encuentras) y en cambio estos políticos con estos curriculums que podriamos resumir en "especialistas en arribismo" tienen el trabajo asegurado en el sector público!! un trabajo que por supuesto con sus aptitudes jamás lograrían en el sector privado!

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  3. Natimed, los políticos son los nuevos señores feudales. A ellos no les hace falta demostrar nada, solo por el hecho de estar en el partido ya tienen derecho a asumir las más altas responsabilidad, por muy mediocres que sean en el campo del qual estan al frente.

    Es obvio que en España hay personas mucho más preparadas que la Pajín para ser ministros de Sanidad, pero es lo que nos dan.

    A veces encuentran a uno que está en teoria preparado, como Solbes, y la política lo cegó completamente. No vio ni la crisis que veían la mitad de los españoles. Claro, llevaba las gafas de político puestas...!!!

    Ah, y otra cosa!!! Esperamos un cambio? Ni hablar de ello. Todos son los mismo. El problema es que cuando la alternativa deja de ser buena, entonces el problema es el sistema que tenemos montado.

    Una democracia gestionada por unos señores feudales del siglo XXI que prefieren agarrarse a su status, antes que cambiar algunas cosas en profundidad.

    Gracias por tu comentario.

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